Por qué el acueducto, su origen, trazado y financiación

Su origen y financiación

El Acueducto de San Telmo está considerado como la obra de ingeniería hidráulica más importante del siglo XVIII en España. Su autor fue el arquitecto José Martín de Aldehuela y su construcción se inició el 8 de Octubre de 1782, prolongándose hasta el 7 de Septiembre de 1784. El promotor del proyecto fue D. José de Molina Lario y Navarro, que se había hecho cargo de la diócesis malagueña el 10 de Abril de 1776.

En Abril de 1782, conocedor de la problemática de abastecimiento de agua en la ciudad y preocupado por los problemas que ello acarreaba, además de verse en disposición económica de acometer un proyecto que solucionase, o al menos paliase, sustancialmente el problema, Molina Lario empezó a realizar consultas a los canónigos Don Joaquín de Molina Sánchez y Don Ramón Vicente y Monzón sobre la posibilidad de llevar a cabo una obra que suministrase agua suficiente a la ciudad. El desarrollo de la parte técnica se lo encomendó a Martín de Aldehuela, encargándole la labor de reconocimiento de los terrenos para posteriormente elaborar el trazado.

Molina Lario

Molina Lario

Conde de Floridablanca

Conde de Floridablanca

La comunicación al cabildo de la ciudad la hizo Molina Lario el 22 de Agosto de 1782, explicando y justificando las razones por las que se realizaría la obra: la extensa población de Málaga, la salubridad pública y el auge comercial que estaban tomando su puerto y plaza hacían que fuese necesario traer a Málaga un gran caudal de agua. La captación se haría en las inmediaciones del "Molino del Inca", ya que desde este punto se podía traer fácilmente a la ciudad; además había cantidad suficiente, pues en la época de mayor sequía estival se encontró el caudal necesario y de una calidad superior a la existente en la villa.

Al igual que al ayuntamiento, el episcopado informó al rey Carlos III por mediación de D. José Moñino, conde de Floridablanca, que era en ese momento el Secretario de Estado.

El ayuntamiento malagueño dio conformidad a la ejecución del proyecto. Por otro lado, el monarca lo aprobaba mediante Real Orden de 21/9/1782. Molina Lario informó al consistorio de esta Real Orden y del nombramiento de los anteriormente citados Molina Sánchez y Vicente Monzón como principales responsables de la obra. Por su parte, el municipio nombró a Don Luís de Vivar y Don Pedro Rengel como colaboradores de estos.

El obispo concedió facultades a sus responsables para designar fuentes de utilidad pública para el abastecimiento, indemnización a los propietarios expropiados por el trazado, y para obtener del tesoro episcopal los fondos necesarios para la construcción del acueducto, sin verse sujetos a auditorias.

De esta manera describe Vicente y Monzón el comienzo de la construcción:

Entretanto que se practicaban las diligencias, se estaban preparando las herramientas y demás útiles necesarios, y se ajustaban Operarios, Barreneros, Rozadores y Cabadores. Dióse feliz principio a la obra en el día 8 de Octubre de 1782 con veinte y un hombres, y se fueron aumentando hasta ochenta, ciento y doscientos, a proporción que el Maestro Director D. José Martín iba designando terreno en que hacer los trabajos.

Así sucedió hasta el fallecimiento del obispo el día 4 de Junio de 1783. En esa fecha se suspenden las obras por orden del Juez Recolector de Espolios.

* espolio

Conjunto de bienes que, por haber sido adquiridos con rentas eclesiásticas, quedaban de propiedad de la Iglesia al morir sin testamento el clérigo que los poseía.

Fueron reanudadas el 24 de Junio del mismo año, gracias a la utilización del capital obtenido por el espolio* de los bienes del fallecido Molina Lario. Dicho espolio fue autorizado por su majestad el 9 de Junio de 1783 y comunicado por el colector general y vacantes del reino, don Pedro Joaquín de Murcia el día 13 de Junio de 1783.

La finalización oficial de las obras de la primera fase de la construcción se produjo el 7 de Septiembre de 1784, víspera del día de la Virgen de la Victoria. En ese día llegaron las aguas hasta el arca principal en la calle Refino, y corría por las zanjas practicadas para colocar las tuberías que llevarían el agua a sus distintos puntos de destino en la ciudad.

Vicente y Monzón indica que esto tuvo lugar en las siguientes fechas del año 1785, según se puede leer en su Relación de la Obra del Acueducto de Málaga del año 1786:

-A la fuente de la Plaza de la Merced en 6 de Agosto.

-A las del Palacio Obispal, a la de su Plaza, a la de la Santa Iglesia y a la de la Alcazaba, en 29 de Agosto.

-A la de la puerta de la Caba, en 3 de Septiembre.

-A las de la Plaza Mayor, Puerta del Mar, la explanada del Embarcadero y las de la aguada del Puerto, en 7 de Septiembre.

Aun quedaban por construir los molinos y parte de la cubierta del acueducto. La causa de este nuevo paro fue el agotamiento de los fondos, debido a que los espolios del fallecido Molina Lario ya no podían sufragar lo que restaba de la construcción. Se habían hecho 5.968 varas de cubierta, frente a las 10.000 necesarias. Nuevamente se produce la intervención de Vicente y Monzón, presentando al conde de Floridablanca, como interlocutor con el rey, dos medios para la financiación:

El primero era el Banco Nacional, al que se solicitaban 100.000 reales de anticipo para la finalización de las obras pendientes a cambio de hipotecar los productos de los molinos para el pago.

Casa del Consulado

Consulado Marítimo y Terrestre

El segundo, pedir al Consulado Marítimo y Terrestre que aportase el capital necesario sin intereses, pero quedando éste en posesión de la administración del acueducto y todo lo que a él se refiriese, como molinos, aguas de riego y aguada del puerto. El fruto de esta administración se dedicaría al mantenimiento del acueducto, sus fuentes y molinos, así como la creación de una escuela naval (el futuro Colegio de San Telmo). Para esta opción se ofrecían 400 ducados** de distintos organismos de la ciudad, aduciendo que el Cuerpo del Consulado era la opción más autorizada para ello.

** Ducado

Un ducado equivalía a 11 reales de vellón, cada real a 34 maravedíes.

Esto fue remitido por el conde al monarca el día de Nochebuena de 1785, indicándole la necesidad del acabado de las obras para la ciudad.

Vicente y Monzón tasaba la construcción de cada uno de los molinos en 32.665 reales de vellón y 17 maravedíes, argumentando que la ciudad necesitaba entre 900 y 1.000 fanegas diarias de trigo, que hasta ese se molían en Torremolinos y Churriana, con un elevado coste de transporte al que había que añadir los problemas estacionales de crecidas del río Guadalhorce en invierno que impedían su paso. Con los molinos proyectados se podrían moler, según estimación del canónigo, unas 600 fanegas diarias, con el consiguiente ahorro. Como es natural, también adujo un interés militar, ya que el ejército ahorraría dinero y riesgos en sus abastecimientos, al evitar el paso por caminos dificultosos.

Ante estas dos opciones, se eligió la segunda, la del Consulado, siendo aprobada por el rey el 14 de Febrero de 1786. Por Real Orden de 29 de Abril de 1786 el monarca ordenaba la entrega de 40.000 ducados a los canónigos para acabar las obras.

Las primeras ordenanzas sobre el uso del acueducto fueron redactadas por Vicente Monzón y Molina Sánchez, como no podía ser de otra manera, e iban dirigidas al mantenimiento, gobierno y administración de las aguas de San Telmo.

El día 6 de Mayo de 1790 se hace entrega, por Real Orden, del acueducto al Consulado.

A partir de 1804 fue el Colegio de San Telmo el que se hizo cargo de la posesión y dirección del acueducto, dictando nuevas normas y condiciones. En un principio, todo parece indicar que el nombre de esta obra era "acueducto de Molina Lario", pero quizás fue esta última la causa del nombre por el que desde entonces se conoce.

El arrendamiento de los molinos se siguió a lo largo del siglo XIX, pero al final del mismo ya se imponía la modernización de este tipo de instalaciones, implantándose la máquina de vapor poco a poco. El primero en hacerlo fue el de Olletas en 1882.

En 1910 se mantenían en funcionamiento 8 molinos, 5 harineros, uno serrinero (fabricación de serrín de corcho) y dos para cortar mármoles. Algunos de ellos ya habían cambiado en esta fecha a la energía del vapor, como el citado de Olletas.

Su actual propietario es la Fundación Benéfica Caudal y Acueducto de San Telmo, formada por la Comandancia de Marina, la Confederación Hidrográfica del Sur, la Diputación Provincial de Málaga, el Ayuntamiento de Málaga, la Cámara de Comercio, el Obispado de Málaga, la Cámara Agraria y el IES Gaona. Está presidida por el obispo y el vicepresidente es el alcalde de la ciudad.

La financiación de la obra la resume claramente Pedro José Davó Díaz en su libro "El Acueducto de San Telmo" :

"En síntesis apreciamos tres puntos de financiación que hicieron posible el desarrollo de la obra:

la del obispo como promotor e iniciador; en segundo lugar la del espolio de su mitra y en tercero la del Consulado".

 

Esta es, en resumen, la historia del acueducto desde los puntos de vista económico, administrativo y político. El siguiente apartado será la descripción, a grandes rasgos, de la obra y su trazado.

 

Su trazado, la obra

 

Molina Lario, junto con Sánchez Molina y Vicente y Monzón fueron los artífices económicos y administrativos del proyecto. Fue José Martín de Aldehuela el responsable técnico de esta magnífica obra de arquitectura e ingeniería hidráulica de casi 11 Km. de recorrido. Era natural de Manzanera, un pueblo de Teruel y llegó a Málaga llamado por el propio Molina Lario, que también era de un pueblo turolense llamado Camuñas.

Desde el punto de vista de la construcción y el recorrido, la historia del acueducto la podemos resumir de la siguiente manera:

presa de captación

Presa de captación

La elección de la toma de agua se fijó en un sitio próximo al llamado "Molino del Inca", a una cota suficiente para que el agua pudiese llegar a sus distintos puntos de destino en caída por gravedad. Se realizó una presa en el cauce del río Guadalmedina (imagen de la derecha) en el sitio indicado, a la altura del actual viaducto número 4 de la N331, por encima del Pantano del Agujero. La presa atraviesa diagonalmente el cauce del río y por su costado izquierdo según descienden las aguas se encuentra la entrada al acueducto. Por encima de esta presa se sacó todo el sedimento del río en un tramo de 50 metros y se llenó de piedra sin labrar y sin mezcla, para que se filtrase el agua hacia la pared de la presa y de esta forma ser dirigía hacia la entrada del acueducto. A esta técnica se le conoce con el nombre de "empalomado".

A partir de la entrada de agua empiezan los 10.800 metros de trazado, con un desnivel variable a lo largo del mismo. Tiene 30 puentes-acueductos para salvar los distintos arroyuelos y arroyos que hay en su recorrido, algunos de ellos de un tamaño considerable. No todos son visibles, bien por estar enterrados o por estar destruidos. Hasta el arroyo Humaina discurre con un desnivel del 0,083%, o lo que es lo mismo 8,3 centímetros cada 100 metros. Desde aquí hay otro tramo en el que se alcanza el 0,11% y en el tramo final es del 0,17%. Esto hace que el agua discurra de forma serena por su cauce, y además mantiene elevación suficiente para las caídas necesarias en los molinos.

Sección

Sección del cauce

La sección del canal está formada por dos conducciones de agua, la primera es una tajea de obra, a cielo descubierto, de 60 x 60 centímetros para el agua de riego y para los molinos; debajo se extiende una segunda conducción cubierta, formada por una solería de ladrillo sobre la que se levantan dos muretes de 28 cm. de alto y 42 cm. de separación impermeabilizados con mezcla de arena y cal; esta conducción se empleaba para el transporte del agua potable. Posteriormente, esta segunda conducción fue sustituida por un tubo de 20 cm. de diámetro a lo largo del canal, esta sustitución probablemente fue debida a al falta de impermeabilización, que ocasionaba muchas pérdidas de agua. En la imagen de la izquierda se puede apreciar este tubo en un puente del acueducto que fue destruido por un corrimiento de tierra que tuvo lugar hace unos años en la ronda de circunvalación, en un lugar próximo al falso túnel de San José, a la altura de la urbanización "Las Terrazas".

Debido a las obras de lo que se conoce como "nuevo acceso a Málaga", la N331 inaugurada en 1973, se destruyó parte de la obra, incluidos puentes, alcubillas y cauce.

Siguiendo el discurrir del agua, nos encontramos con el primer gran puente, el acueducto sobre el arroyo de Humaina, que se encuentra a 2760 metros de la presa de captación. Tiene 75 metros de longitud, 15 de altura y cuatro ojos, con arcos de 7 metros de diámetro. El grosor de este puente en la parte superior es de 2,5 metros, siendo en la inferior de 5,85 incluyendo los tajamares y los estribos. Los tajamares aguas arriba son de forma triangular, mientras aguas abajo son circulares. Las pilas tienen un grosor de 3,34 metros y en la central existe un arco, en forma de herradura, que podría estar destinado a alojar algún motivo religioso, pero parece ser que nunca lo ha tenido.

Si comparamos las dos imágenes bajo estas líneas, la de la izquierda antigua y la de la derecha reciente, podemos observar que dos de los ojos de este puente (los situados a la derecha de las imágenes) están medio cegados en la imagen más reciente, por lo que el arroyo ha descargado todo su caudal especialmente por el de la izquierda, lo que ha hecho aflorar la cimentación del puente.

puente sobre el Humaina en 1932 puente sobre el Humaina en 2004

sobre el Humaina en 1932 y 2004

El acueducto sobre el Humaina se encuentra "atrapado" actualmente entre el gran viaducto nº 1 de la N331 y otro, de construcción más reciente, hecho para librar a los vecinos de un caserío próximo del aislamiento que sufrían tras el desdoblamiento de la citada carretera para convertirla en autovía en 1992. El agua todavía pasa por este acueducto. Desde aquí, el acueducto continúa camino hacia los Molinos de San Telmo, para lo que pasa por un tramo subterráneo que recibe el nombre de mina y por algunos pequeños puentes. En uno de ellos, en la linde de la finca de la Tana, hay una estructura metálica colocada en el centro del puente y que impide el paso a la citada parcela.

En la zona en la que estaban los molinos hay un grupo de casas que en algunos casos son de construcción reciente y otras son las de los propios molinos restauradas. En una de ellas se puede ver, desde el exterior de la cerca que posee, un salto de agua que es del acueducto.

Abandonando los molinos y muy cerca de ellos, nos encontramos con la siguiente gran estructura del cauce, el acueducto sobre Arroyo Hondo (imágenes inferiores). Su longitud es de 44,3 metros, 15 de altura y cuenta con dos ojos con un arco de 5,4 metros de luz. El grosor de las pilas es de 2,5 metros. En este caso, los estribos y tajamares son de prisma hexagonal cortados por aristas opuestas tanto aguas arriba como aguas abajo. Probablemente la elección de tajamares triangulares aguas arriba en el primero y no en este se debió a que el arroyo Humaina es potencialmente más caudaloso que el Hondo ante fuertes lluvias debido a la mayor superficie de su cuenca y Aldehuela aseguró de esta forma las embestidas que el puente podía sufrir a causa de los materiales arrastrados por las aguas torrenciales. Esto último es una apreciación particular.

puente sobre arroyo Hondo en 2005 cauce del puente sobre arroyo Hondo en 2005

puente sobre arroyo Hondo y su cauce

El acabado de los dos pretiles de este puente no es el mismo. El pretil de aguas arriba acaba en prisma triangular, mientras que el de aguas abajo es horizontal (imagen derecha). El motivo de esta diferencia no está claro, ya que no se da en los otros puentes. Davó Díaz dice en su libro que puede ser por motivaciones estéticas o funcionales. Obviamente para cruzarlo (cosa que he hecho a la hora de obtener las fotografías aquí mostradas) tuve que hacerlo por el pretil de acabado horizontal, sin que deje de ser arriesgado de esta manera y desde aquí aconsejo que no se haga, o bien que se cruce por el propio cauce, aunque el agua tiene algunos centímetros de altura. He visto cruzar a motocicletas todoterreno de gran cilindrada por el cauce de este puente. En la imagen de la derecha, la cual tomé en 2.005, se aprecian muchas hierbas acuáticas; en la última visita que he hecho a esta zona, en Febrero de 2.006, el cauce está limpio.

Al menos hasta este punto sigue llegando agua, según he podido constatar personalmente, aunque antes del puente, el cauce se encuentra lleno de escombros y con una falta absoluta de mantenimiento.

Después de Arroyo Hondo, continúa atravesando los terrenos que hay junto al sanatorio psiquiátrico de San José, existiendo de nuevo otra mina por lo que vuelve a circular bajo tierra. A partir de aquí el daño es tal que el agua ya no circula y el cauce está prácticamente enterrado. Después pasa por algunos puentes más, como los de la Rambla (conocido como "el de la plancha"), el Leoncillo y el de la "huerta nueva", que está destruido por una avalancha de tierra que se produjo años atrás, como se ha comentado anteriormente. Desde aquí continua su camino y salvando algunos desniveles se mete en el casco urbano, haciéndolo en la parte alta del Jardín de Málaga. En algunos lugares de este tramo es casi imposible adivinar cual es su camino, y de esta forma llega hasta el arroyo de Quintana, donde se encuentra el mayor acueducto de todo el trazado.

El de Arroyo Quintana es un puente que inicialmente contaba con 13 ojos, aunque actualmente cuenta con 11 y al que siempre, desde niño, he conocido como "Puente de los Once Ojos". Su longitud es de 170 metros, su altura es de 15, su espesor en la parte superior es de 2 y en la base de 4,2 incluidos los tajamares. Algunos pilares tienen estribos circulares y el arco central tiene unas columnas a modo de contrafuerte. Dispone de unos adornos en el centro de la coronación de los pretiles, tanto aguas arriba como abajo. El arco central tiene 7 metros de luz, mientras el resto tienen 5,3 metros.

Junto a este acueducto se encuentra el I.E.S. Martín de Aldehuela, llamado así como homenaje al arquitecto constructor de tan importante obra para Málaga.

Este puente ha estado apuntalado desde 1998 y a punto de derrumbarse en espera de restauración, que por motivos netamente burocráticos no se ha llevado a cabo hasta finales de 2008. Las autoridades municipales y autonómicas han mantenido un dime y direte constante mientras el paso del tiempo ha ido hiriendo mortalmente al "Puente de los Once Ojos".

El 21 de noviembre de 2008 se inicia una obra de restauración de este elemento tan emblemático, y actualmente luce un aspecto bastante mejorado, si bien no se han llevado a cabo todas las actuaciones que se incluían en el proyecto inicial de la restauración, como dotarlo de iluminación nocturna. La crisis económica es probablemente la causa.

puente sobre arroyo Quintana en 1932 puente sobre arroyo Quintana en 2005

Arroyo Quintana en el pasado y en 2005

Dejamos atrás el arroyo Quintana y nuevamente encontramos el sitio donde deberían estar otros puentes pequeños (la mayoría destruidos o enterrados) a su paso por las huertas y vaquerías que entonces había en la zona, junto a la barriada de Santa Teresa, Cortijillo Bazán, los Cipreses y Mangas Verdes hasta llegar a los arroyos Melero y Aceiteros (imagen derecha), que son salvados con sendos puentes de un ojo y por los que discurría el agua hasta el último puente, el de Olletas, actualmente enterrado.

puente sobre arroyo Aceiteros en 2005

Arroyo Aceiteros, junto al Parque del Sur

A partir de aquí se adentraba en el barrio de Capuchinos, llegando hasta el arca principal de distribución, situada en la calle Carrera de Capuchinos, en la confluencia con calle Refino y Postigos, donde acababa el acueducto como tal. Hasta aquí sólo llegaba el agua potable, la distribución se hacía mediante tuberías que fueron cambiando su grosor y trazado a lo largo de los siglos XIX y XX, mientras el acueducto estuvo aportando agua hasta este punto. El arca, se conserva en un estado aceptable. Vista desde calle Refino se ve ligeramente inclinada a la izquierda, pero si la vemos desde la Carrera de Capuchinos podemos ver que está bastante inclinada hacia atrás.

Es una construcción de base pentagonal de 2,5 metros de lado y 4,2 de alto. Está acabada por un tejado de teja vidriada y un pequeño adorno en el extremo; en el frontal se puede ver el escudo episcopal y bajo él hay una inscripción en la que se mencionan a las autoridades de la época, desde el monarca Carlos III, pasando por Floridablanca, el mismo Molina Lario y Molina Sánchez entre otros. También tiene un hueco, de incorporación posterior a su construcción, protegido por una reja de hierro y que alberga una imagen de la Divina Pastora (imagen de la izquierda).

Arca principal

Arca principal

Recuerdo que en mi infancia, allá por los años 60 del pasado siglo, el agua corría limpia por el cauce de acueducto, al que todos llamábamos el "Cau", y a su paso por las distintas huertas llenaba las albercas de cada una de ellas.

restos de una alcubilla

Restos de una alcubilla

En especial recuerdo algunas: una que había al inicio del "Puente de los Once Ojos"; otra justo al final del mismo (esta última aun se conserva junto a la barriada Santa Teresa); otra más que estaba en la huerta "los Cassinis" que era enorme y tenía peces. Junto a ella había una vaquería en la que vendían leche recién ordeñada. Recuerdo algunas más, en las que cogíamos salamandras, ranas y otros animales acuáticos. También recuerdo a las mujeres lavando junto al Cau justamente en la unión de lo que hoy son las calles "las Fresas" y "las Moreras", donde había una alcubilla de la que aun quedan algunos restos visibles, como se puede apreciar en la imagen de la derecha.

Realmente fue una gran obra de ingeniería hidráulica.

Esta es, a grandes rasgos, la historia técnica del Acueducto de San Telmo, a la que no he podido evitar darle, en ocasiones, un toque subjetivo confiando en mi memoria.

En la sección de imágenes he incluido un apartado dedicado exclusivamente al acueducto. Es un conjunto de 80 fotografías ordenadas desde el lugar donde se recoge el agua en el río hasta el arca principal en calle Refino; algunas de ellas están tomadas del Archivo Díaz Escovar, con autorización verbal de la encargada del mismo y que sirven de comparativa entre el estado actual y el de los años 30 del siglo XX. Además he colocado un plano de 1786, de Vicente y Monzón, en el que se pueden apreciar cada uno de los elementos que componían el acueducto. Por último, se pude ver el trazado a vista de pájaro desde la presa de captación hasta el arca de calle Refino; con imágenes tomadas de la página web de google.maps

Lo último

Después de muchos años de espera, el Acueducto de San Telmo va a recibir una importante obra de restauración. Será en el puente de Arroyo Quintana o de los Once Ojos, la estructura más emblemática de su trazado y cuyos detalles están indicados más arriba.

El alcalde coloca la primera piedra

Acto simbólico de colocación de la primera piedra de la restauración

El alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, y el anterior guarda del Acueducto, Enrique Aguilar, realizaron el acto simbólico de colocación de la primera piedra de esta obra de restauración, momento que recoge la fotografía de la derecha y en la que se ve a Mariví Romero, concejala de Ciudad Jardín, atenta a este memorable momento.

No cabe duda de la importancia de la realización de esta restauración, pero no hay que olvidar que el acueducto es una obra de casi once kilómetros de largo y con muchos puntos de interés que necesitan igualmente una actuación urgente, por lo que el primer paso, dado por el Ayuntamiento, debería servir de arranque para que los demás organismos oficiales se pusiesen las pilas y recuperasen esos otros puntos.

Además del citado Ayuntamiento, la Diputación Provincial, el Ministerio de Fomento y la Junta de Andalucía tienen en su mano el hacer que este monumento, incoado como Bien de Interés Cultural (BIC) desde hace muchos años y al parecer con el expediente olvidado el algún despacho, alcance pronto ese estatus y llegue a él en un estado de rehabilitación y conservación que permita disfrutar de él a todos los malagueños.

Retomando el tema de la rehabilitación iniciada (proyecto en el que el Consistorio invertirá algo más de 665.000 euros), ésta consistirá en lo siguiente:

I - Acondicionamiento del terreno y estabilidad del acueducto

II - Consolidación y restauración de fábrica


El capítulo I comprende:

-Realización de pantalla de pilotes de 50 metros de longitud
-Desmontar cerchas metálicas y sus cimientos
-Desmonte de tierras, drenaje y reconducción de aguas a arqueta de pluviales
-Acerado perimetral a ambos lados del acueducto
-Obras auxiliares

El CAPíTULO II comprende:

-El color y textura se indicará por la D.F.
-Limpieza y consolidación, con restauración de grietas con relleno de mortero exposídico o inyecciones de cal hidráulica
-Reparación de pretil
-Tratamiento exterior con herbicidas y con acetato de vinilo
-Reparación de alberca

Bibliografía:

Ramón Vicente y Monzón. Relación de la obra del Acueducto de San Telmo. Madrid en la imprenta de Andrés de Sotos. 1786. Edición y estudio introducido de Rosario Camacho Martínez. Real Academia de Bellas Artes de San Telmo. 1994. Una copia de este documento ha sido cedida por Javier Aguilar Leal, actual guarda del Acueducto de San Telmo, para la elaboración de esta página web.

Pedro José Davó Díaz. El acueducto de San Telmo. Servicio de publicaciones Diputación Provincial de Málaga. 1986

Rafael Soto Salido. La Ciudad Jardín mucho antes. Gráficas Digarza. 1999

José Ramón Montes. Andar por el Parque Natural Montes de Málaga. Penthalon

Asociación de amigos del Acueducto. Acueducto de San Telmo. Folleto. Servicios operativos Ayto. Sin fecha

Fernando González Mart. Málaga nuestra